Descubre las fases clave del flujo de trabajo de traducción y cómo un proceso robusto asegura resultados puntuales y de alta calidad para tus proyectos.
¿Qué ocurre tras entregar los documentos para su traducción? Ese viaje, conocido como el flujo de trabajo de traducción, es clave para suministrar resultados puntuales y de alta calidad. Es lo que diferencia a proveedores de servicios lingüísticos (LSP) de primer nivel.
En esta publicación del blog, te guiaremos por el típico proceso de traducción usado por agencias de traducción profesionales. ¡Vamos a ello!
¿Qué es un Flujo de trabajo de traducción?
Un flujo de trabajo de traducción es el proceso paso a paso de convertir contenido de un idioma a otro. Incluye planificar, asignar traductores, verificar la calidad y asegurar una entrega a tiempo.
Las Fases de un Flujo de trabajo de traducción
Un flujo de trabajo de traducción bien estructurado incluye 6 fases clave.
- Revisión del documento y presupuesto.
Tras recibir los materiales de tu proyecto, el gestor de proyectos evalúa el contenido y calcula el recuento de palabras. Revisan el texto en busca de cualquier problema que afecte a la traducción, tal como mensajes poco claros o inconsistencias de formato. Además, comprueban si tienes cualquier requisito específico.
Una vez está todo en su lugar, el gestor de proyectos te envía una propuesta que incluye el coste estimado y la línea de tiempo para su aprobación.
Por qué importa: Esta etapa aborda desafíos potenciales por adelantado, sentando las bases para un proceso de traducción sin problemas.
- Traducción.
Esta es la fase central donde un traductor profesional convierte el texto fuente en el idioma de destino. El traductor debe mantener el tono, significado e intención original.
Por qué importa: Una traducción exacta es vital para que su contenido tenga el impacto que desea.
- Revisión y corrección.
En la fase de revisión, un revisor revisa el texto traducido para asegurarse de que transmite el significado original. Se centran en la consistencia en terminología y estilo, así como la legibilidad y matices culturales.
La corrección va a continuación para detectar cualquier error restante (p. ej., errores gramaticales o erratas).
Por qué importa: Un par de ojos despiertos pueden detectar errores o inconsistencias que pueden haberse pasado por alto.
- Dar formato.
Los compositores pueden necesitar volver a dar formato a la plantilla (especialmente para los idiomas de derecha a izquierda o conjuntos de caracteres únicos). Tu LSP puede ayudarte con la publicación de escritorio para asegurar la compatibilidad con el idioma de destino y su sistema de escritura.
Por qué importa: Un mal formato puede conducir a errores, incluyendo incorrecta alineación del texto y problemas de legibilidad.
- Control de calidad (QA).
Esta fase puede incluir:
-
- Asegurarse de que el contenido traducido refleja matices culturales y preferencias regionales.
- Comprobaciones finales para confirmar que se han seguido todas las instrucciones especiales del cliente.
- Probar el contenido para verificar que funciona como debería en su formato final (p. ej., software, sitio web, impresión).
Por qué importa: El QA asegura que la traducción no es solo lingüísticamente precisa sino también apropiada para su uso previsto.
- Entrega y comentarios del cliente.
La fase final implica entregar la traducción al cliente. Recibir comentarios del cliente es crucial en este punto, ya que cualquier revisión se realiza en función de esta información.
Los comentarios también nos ayudan a identificar área de mejora y refinan nuestros procesos.
Por qué importa: La comunicación con clientes fomenta la confianza, abriendo la puerta a futuras colaboraciones.
Cómo optimizar un flujo de trabajo de traducción
Incluso con un proceso bien estructurado, siempre hay posibilidad de mejorar. A continuación aparecen varias formas de mejorar la eficiencia y minimizar los problemas potenciales:
- Gestión de proyectos especializada.
Los gestores de proyectos lo controlan todo al coordinarse con clientes, traductores y revisores.
Así es cómo se aseguran de que todo funcione sin problemas:
-
- Planificación y configuración del proyecto: Contactan con los clientes para entender los objetivos, idiomas y plazos del proyecto. Después dividen el contenido en tareas más pequeñas, estableciendo fechas límite.
- Gestión de costes: Trabajan con clientes para no salirse del presupuesto manteniendo el proceso eficiente y la calidad.
- Asignación de recursos: Seleccionan a los lingüistas correctos en función de las necesidades del proyecto.
- Asegurar la calidad de la traducción: Coordinan revisiones a tiempo para detectar y abordar errores de forma prematura en el proceso.
- Aprovechamiento de tecnología.
Una gran parte de hacer los procesos de traducción más eficientes se reduce a usar herramientas, tales como:
-
- Sistemas de gestión de traducciones (TMS).
Piensa en esto como un núcleo central para gestionar proyectos. Con un TMS, los gestores de proyectos pueden asignar tareas, seguir el progreso y mantener a todo el mundo informado.
Además, las plataformas de TMS normalmente tienen sus propias bases de datos de terminología. Esto significa que los traductores pueden encontrar rápidamente las palabras correctas para términos específicos de la industria, lo que agiliza el trabajo.
-
- Herramientas CAT.
Las herramientas CAT descomponen el contenido en segmentos más pequeños, haciendo más fácil traducir fragmento a fragmento.
También usan Memorias de traducción (TM), que almacenan cualquier frase u oración que se haya traducido con anterioridad. Si ciertas frases se repiten durante el proyecto, el sistema sugiere esas traducciones, asegurando la consistencia en todo el contenido.
Beneficios de un Flujo de trabajo fuerte
Los flujos de trabajo optimizados reducen los cuellos de botella y conducen a tiempos de entrega más rápidos. Recibirás tu entrega a tiempo sin sacrificar la calidad.
La rentabilidad es otro beneficio clave. Al aprovechar herramientas como Memorias de traducción y optimizar procesos, minimizamos el trabajo redundante, ahorrándote dinero.
Además, una comunicación clara mejora tu experiencia, haciendo más probable que estés contento con el resultado final.
Un flujo de trabajo de traducción robusto no se refiere a cómo gestionamos nuestros proyectos internamente. Tiene un impacto en la calidad y puntualidad de los servicios que recibes. Al poner tus necesidades primero, se minimizan errores, retrasos y malentendidos. En resumen, es sinónimo de tranquilidad.
En Montero Language Services, nuestros flujos de trabajo están apoyados por las certificaciones ISO 9001, ISO 17100, e ISO 13485. ¿Quieres asegurarte de que tus proyectos se gestionen con cuidado de principio a fin? Solicita tu presupuesto gratis aquí.