TRADUCCIÓN Y TURISMO GASTRONÓMICO

El verano está cada vez más cerca y con él llega un gran impulso de actividades comerciales que propician el ocio y revitalizan los sistemas económicos de las diferentes regiones. No en vano tenemos en la lengua española la expresión «hacer alguien su agosto», que alude al hecho de que una persona o una empresa logra hacer un negocio provechoso en un momento concreto bajo unas circunstancias específicas. Como no podía ser de otra manera, cada sector tiene su propia forma de conseguir estos beneficios y, curiosamente, cada región encuentra su propio reclamo orientado a la generación de riqueza. En este sentido, podríamos destacar que cada país cuenta con ciudades que poseen elementos culturales únicos que no se encuentran en ningún otro lugar, por lo que quien desee visitarlos tendrá que acudir específicamente al destino en cuestión. Además, hay fenómenos naturales que solo se dan en puntos específicos del planeta, por lo que constituyen experiencias únicas y atractivas muy localizadas, como las auroras boreales, las denominadas «olas gigantes» para practicar surf o el avistamiento de algunos animales en libertad. El auge de determinadas actividades comerciales presenta momentos clave que las partes interesadas deben conocer para extraer de ellas su máximo potencial.

Sin embargo, pese a dicho caleidoscopio de posibles actividades, podemos encontrar un nexo común: el turismo. El sector del turismo es, sin duda, uno de los más prolíficos en cuanto a la generación de empleo, riqueza y desplazamientos se refiere. Esta actividad se fundamenta en el atractivo que generan para las personas las visitas a lugares que ofrecen una oferta de ocio y cultura, entre otras actividades más específicas. Dicho turismo puede clasificarse atendiendo a un gran número de criterios, pero una de las principales distinciones en términos geográficos es la que se da entre turismo interior y turismo exterior, que diferencia a los viajeros que deciden recorrer el territorio de su propia nación de los viajeros que deciden visitar otros países. Por supuesto, la esencia del turismo es la misma en ambos casos, pero, indiscutiblemente, el turismo exterior plantea una serie de desafíos adicionales que propician el surgimiento de necesidades que precisan un servicio que las satisfaga correctamente. Y es que muchas veces, cuando viajamos al extranjero, es preciso hacer un cambio de divisas, contratar un seguro médico, reservar un alojamiento, desplazarse entre los lugares propios del destino, etc. Todas estas acciones pueden llevar aparejado el encuentro entre dos o más idiomas, en donde la comunicación se vería interrumpida por esta brecha lingüística.

Por este motivo, la traducción es una actividad que representa un enorme valor para la industria del turismo, que necesita facilitar la comunicación entre las partes que ofrecen los servicios y las partes que se plantean contratarlas. De hecho, la decisión de localizar los contenidos turísticos es una de las que mayores beneficios reporta en la industria, pues que los posibles clientes puedan acceder a la oferta de servicios en su propio idioma genera una mayor sensación de confianza y, por consiguiente, incrementa las posibilidades de éxito comercial. Así que no es de extrañar que cada vez veamos más servicios localizados a un número cada vez mayor de idiomas, puesto que los desplazamientos turísticos se realizan en casi todas direcciones, y hay que prepararse para atender la demanda de todo tipo de mercados, conocer sus expectativas como viajeros, crear una experiencia agradable y fomentar el deseo de repetirla o de recomendarla entre los miembros de las respectivas comunidades. En El rol de la traducción en el sector turístico, y Servicios de traducción para hoteles hablamos en mayor detalle de estos y otros aspectos.

No obstante, hay un tipo de turismo que está ganando más y más popularidad en los últimos tiempos. Y es que, con el aumento de la consciencia sobre la alimentación, con la promoción de los cultivos propios de cada región y con los nuevos movimientos que han puesto en boga la cocina de autor y el amor por aprender a cocinar con maneras profesionales, en el mundo entero se ha consolidado el conocido como turismo gastronómico.

El turismo gastronómico es un tipo de turismo que moviliza a viajeros que buscan experiencias concretas que tienen como protagonista los alimentos, los productos elaborados a base de esos alimentos o su cocinado para fines privados o comerciales. En concreto, el turismo gastronómico que más atracción genera es aquel en el que se buscan alimentos o productos típicos de una región, aquel en el que se buscan alimentos o productos de calidad certificada, aquel que ofrece catas y degustaciones o aquel que ofrece formación culinaria.

Por supuesto, todas estas actividades conllevan la creación de infinidad de materiales y de medios virtuales que permitan darse a conocer a los clientes potenciales, generar su interés y, evidentemente, acompañarlos a lo largo de su experiencia. Por ese motivo, la industria del turismo gastronómico necesita servicios lingüísticos especializados para localizar sus bienes y servicios de cara a sus consumidores: etiquetas de los productos, menús, cursos formativos, descripción de los productos ajenos a la cultura de turismo, guías turísticas, portales en Internet, vídeos de presentación, entrevistas, etc. Todos estos materiales deben contar con una traducción precisa y adaptada a las necesidades de la audiencia objetivo, donde no siempre bastará una traducción, sino que hará falta actuar con creatividad y adelantarse a la interpretación que hará esta de las traducciones.

El turismo gastronómico celebra la riqueza culinaria de todas las culturas y hace bandera de la diversidad. ¿Quién mejor que una agencia especializada en servicios lingüísticos para lograr crear conexiones que generen el mejor impacto posible en los preciados consumidores?

Ref. de la imagen: https://www.bizzbuzz.news/trendz/gastronomic-tourism-menu-becoming-the-new-travel-map-1186139

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