Cuando me topé con la oportunidad de realizar mis prácticas de traducción, lo vi como una gran oportunidad de seguir aprendiendo y poder descubrir realmente como es el día a día de una empresa de traducción. Bien es cierto, que durante tus estudios intentan acercarte a esta realidad, pero nunca será una visión completa. No sentirás la presión de los plazos ajustados y los archivos urgentes, no descubrirás todo lo que conlleva una traducción a parte del hecho de traducir. Hay que tener en cuenta que una traducción pasa por diversas fases desde la gestión del pedido, la preparación de los archivos, la traducción y revisión, la post producción y la entrega al cliente, en resumidas cuentas. Toda esta visión de proyecto no se llega a comprender realmente hasta que estás trabajando en una empresa de traducción, y son conceptos básicos que si no realizamos nuestras prácticas no conseguiremos.
En mi caso, tuve la suerte de poder entrar a hacer las prácticas en un departamento técnico. Obviamente, yo sabía que no poseía los conocimientos necesarios relacionados con tecnología de la traducción, pero no lo vi como un impedimento sino como una oportunidad de aprender otro aspecto de la traducción que parecía muy interesante y que consideré útil para un futuro. Si, como traductores, no nos planteamos familiarizarnos y hacer uso de estas herramientas de las que disponemos para agilizar y mejorar nuestro trabajo, nos será más complicado conseguir un trabajo en el futuro puesto que es algo indispensable hoy día. Entonces, digamos que lo vi también como una inversión de futuro, me abriría más puertas a la hora de buscar trabajo. Pero tampoco debemos tomárnoslo solo como algo profesional, sino también como algo personal, ya que obtener todos estos nuevos conocimientos nos enriquecerá.
Volviendo a mis prácticas, me gustaría destacar dos cosas que fueron claves: sentirme integrada con los compañeros y el tutor de prácticas. Me gustaría hacer hincapié en el tutor ya que me parece una figura relevante y que resulta fundamental en nuestro aprendizaje. Si esta persona se interesa por enseñarte cosas nuevas y te da la libertad de hacer preguntas, te sentirás interesado por aprender y en poner más de tu parte para ser de ayuda. Mis prácticas realmente no estaban muy relacionadas con el máster que cursé, pero hay que estar abierto a otras posibilidades. A mí las prácticas me llevaron a descubrir otro aspecto de la traducción que me gusta más que traducir. Tenemos que darnos cuenta de que en el mundo de la traducción hay más que traductores, hay gestores, técnicos, y que puede que no te lo hubieses planteado antes, pero hay otros aspectos del mundo de la traducción que podrían gustarte tanto o más que traducir. Por tanto, mi moraleja sería: NO TE CIERRES PUERTAS, HAY ALGO MÁS ALLÁ DE LA TRADUCCIÓN.
Texto: Mónica Rodríguez (Técnico lingüístico en Montero Traducciones)
Imagen: Gestión Cultura