Es septiembre de 1791 y el público vienés está escuchando por primera vez el aria de La Reina de la Noche en el Theater auf der Wieden. Es 1940 y una jovencísima Ella Fitzgerald deleita al Savoy Ballroom bajo el cielo de Harlem; ignora que su nombre quedará grabado eternamente en los anales del Swing. El S. XX está llegando a su fin y cientos de adolescentes de todo el mundo aguardan junto a sus carpetas forradas frente al radiocasete para grabar a The Beatles y a The Backstreet Boys con la esperanza de que esta vez la voz del locutor no se cuele durante la retransmisión.
Lo cierto es que «el arte de las musas» ha tenido un impacto indiscutible en el ser humano a lo largo de la historia: transmite emociones, apela a los sentidos, nos transporta a épocas pasadas, desata nuestra imaginación… No es de extrañar que se le considere una forma más de expresión y comunicación y que tenga un gran impacto en la configuración de las diferentes identidades culturales.
Como es bien sabido, en ocasiones la música va acompañada de palabras que, por medio de un sinfín de recursos líricos, ayudan a potenciar un mensaje, un sentimiento, que será distinto para cada oyente según la impresión que genere en este. En concreto, cuando se trata de composiciones en verso, cantadas o hechas a propósito para que se pueda poner en música, hablamos de «canciones»[1].
Las canciones que nacen en una determinada cultura y que hablan un determinado idioma han suscitado desde siempre el interés de sus convecinas: el gusto por lo exótico, la atracción hacia los colores locales, la fonética de lenguas habladas en otros lugares, el conjunto de imágenes que se gesta en una cultura dada, etc. Por ello, estas composiciones se importan, se adaptan o se versionan para hacer llegar a un público extranjero el sonido y el ideario de una civilización más o menos conocida. Evidentemente, a menudo esta empresa necesita de la traducción entre la lengua de origen y la lengua de destino. Pero no resulta sencillo. ¿Quién se encarga de esta tarea?, ¿cómo la lleva a cabo?, ¿se han establecido criterios o recursos universales?, ¿qué aspectos son de total relevancia a la hora de traducir una canción?
Desafortunadamente, la traductología no ha prestado especial atención a estas cuestiones, a diferencia del interés que ha mostrado por otras áreas tales como la traducción audiovisual. Probablemente, esto se debe a que se trata de una rama en la que participan también otro tipo de profesionales (musicólogos, compositores) y a que el papel que desempeña el traductor no está particularmente definido.
Como consecuencia, no existen estrategias específicas, por lo que las decisiones se toman en el contexto de un caso individual, es decir, que aquellos recursos que sirven para traducir una canción pueden no servir en absoluto para traducir otra. Esto hace que la labor del traductor sea compleja.
Para Martínez, B. y González R. E. (2009) la dificultad radica en que «se trata de una actividad lingüística destinada a descifrar los códigos de un mensaje de origen y a reproducir por transferencia de sentido y de estilo los mismos códigos en un mensaje de destino, considerando, además, el vínculo que ambos mensajes tendrán con el discurso musical. Una buena traducción deberá procurar una amalgama efectiva entre letra y música en el texto en la lengua de llegada como, en principio, debe haberla en el texto original. (…) Es decir, una canción conlleva una información lingüística, musical y cultural en sentido amplio, pero también, y sobre todo, representa el entrecruzamiento de una serie de códigos en una realización artística que nos transmite emociones»[2].
Sin duda, se trata de un reto para el traductor que plantea un enorme esfuerzo cognitivo, capacidad de interpretación, habilidades para la creación artística y la transmisión de sentimientos e incluso conocimientos de métrica, entre otros. Ah, simple as do-re-mi, que dirían los Jackson 5. Pero que no acabe la música.
Para fortuna de nuestra profesión, contamos con las contribuciones de algunos autores que se han propuesto esclarecer los conceptos básicos en el ámbito de la traducción de canciones para arrojar algo de luz sobre estas incógnitas.
Tal y como explica Q. Almodóvar, Julia (2018), una aportación de gran valor fue la de Peter Low en The Pentathlon Approach to Translating Songs (2005), en donde «a través de la metáfora de un pentatleta que debe enfrentarse a cinco pruebas distintas y lograr la máxima puntuación en cada una de ellas, Low propone que el traductor debe tener en cuenta cinco aspectos al traducir y/o adaptar una canción: la cantabilidad (singability), el sentido o el significado (sense), la naturalidad (naturalness), el ritmo (rhythm) y la rima (rhyme)» aunque «no es partidario de fijar unas normas estrictas, sino que recomienda ser flexible»[3].
Más adelante, en Choices in Song Translation (2008), Johan Franzon reflexionó acerca del concepto de «cantabilidad», que entendía como attainment of músico-verbal unity between the text and the composition y elaboró cinco opciones de traducción en función de los aspectos a los que se diera prioridad o de las necesidades en el destino.
Para ejemplificar en qué consiste cada una de ellas, hemos hecho una pequeña selección de canciones escritas originalmente en español y de sus «versiones» en otros idiomas (aquí, al inglés, al francés y al ruso; pero también recomendaremos alguna versión en otro idioma al final del artículo o durante el mismo). De este modo, podremos observar distintos tipos de decisiones y estrategias de traducción, que a menudo se encuentran enmarcadas en las necesidades específicas del encargo.
Asimismo, en ocasiones se ha propuesto una traducción inversa con el objeto de transmitir al lector el sentido del texto extranjero, de informar del contenido semántico, pero no necesariamente de respetar parámetros estilísticos, rimas o recursos poéticos; ya que no se trata de una traducción que tenga como prioridad reproducir aspectos estéticos o técnicos. Cuando dichos recursos resulten de interés, se hará una mención específica en referencia directa al original.
Nuestra lista de reproducción de hoy incluye tres éxitos comprendidos entre 1940 y 1988, así que fijaos bien el cardado, poneos las hombreras, subíos los pantalones hasta el cielo y coged el bolígrafo a modo de micrófono porque… ¡comenzamos!
- NO TRADUCIR LA CANCIÓN
Damos comienzo a esta recopilación de estrategias con una opción que puede resultar extraña al principio, pero lo cierto es que «no traducir» también es una posibilidad. De hecho, hay contextos en los que es bastante frecuente.
Por ejemplo, en las películas a veces se utilizan canciones de fondo para crear un ambiente determinado; la letra puede estar más o menos relacionada con la acción, pero su contenido semántico no es esencial para el desarrollo de la trama. En Moscú no cree en las lágrimas (rus. Москва слезам не верит), película producida en 1979 por Mosfilm, hay una escena en la que suena Bésame Mucho (42:40 ̶ 45:36) en español. Se utiliza en un contexto romántico en el que los dos personajes bailan e intiman. La voz en español (y, por supuesto, la melodía) logra cierto clima exótico que suscita ideas relacionadas con asociaciones, normalmente estereotípicas, con la cultura hispana: la galantería, el donjuanismo, el erotismo, la destreza para la danza, etc. También puede ocurrir que se trate de una película subtitulada, por lo que incluir en la misma escena el texto del diálogo y el de la canción puede entorpecer la lectura: no traducir puede llegar a ser una cuestión de economía y prioridades.
Otro ejemplo, que además viene de la mano de la misma composición, es la versión que hizo en 1977 Paul McCartney de Bésame Mucho. La canción está traducida al inglés, pero el exmiembro de The Beatles decidió conservar el título original y su aparición en el estribillo. Posiblemente buscase imprimir cierto color local y reproducir ese efecto meloso que parecen tener las bilabiales b-m-m y las vocales prolongadas. No obstante, analizaremos esta traducción con mayor detalle en secciones posteriores.
- TRADUCIR LA LETRA SIN TENER EN CUENTA LA MÚSICA
Para Franzon es la opción más recurrente para los fanáticos de la traducción de canciones; seguro que en algún momento de nuestras vidas todos hemos consultado un video en el que se mostrara la letra traducida de una canción que no conseguimos terminar de entender, o porque nos provoca interés conocer de qué forma se ha podido traducir un verso en concreto. En efecto, esta estrategia es muy habitual en la subtitulación de canciones en el ámbito audiovisual y, además, nos permite cotejar la original y la versión traducida. Por ejemplo, las traducciones inversas que proponemos se pueden incluir dentro de esta categoría.
- ESCRIBIR UNA LETRA NUEVA Y CONSERVAR LA MÚSICA ORIGINAL
Es indiscutible que lo primero que reconocemos de una canción es la melodía. Son mucho más frecuentes los casos en los que tratamos de recordar una canción tarareando la música que aquellos en los que se nos olvida la melodía de una letra en concreto. Por ello, esta opción de traducción busca dar prioridad a la música frente a la letra. La idea subyacente sería que, como el oyente identifica la canción por la melodía, es posible alejarse de la fidelidad de la letra, dar rienda suelta a la imaginación y seguir consiguiendo que se identifique la nueva versión como una traducción legítima de la original. No obstante, en la mayor parte de los casos, estas traducciones se basan en un proceso de interpretación, por lo que las versiones resultantes conservan algún tema importante del texto de partida.
- Ejemplo n.o 1: Bésame Mucho, de Paul McCartney
El de Walton (Liverpool) versionó esta canción compuesta por Consuelo Velázquez en 1940. Como comentábamos antes, mantuvo la frase principal en español, pero tradujo los versos restantes.
En líneas generales, podría destacarse que la temática en inglés es algo distinta. En la versión en español predomina el tema del carpe diem contextualizado en la relación amorosa («como si fuera esta noche la última vez»; «tenerte y perderte después»; «piensa que tal vez mañana yo ya estaré lejos») mientras que en la traducción se explora principalmente la idea del amor romántico («each time I cling to your kiss I hear music divine»; «I love you forever»; «I never knew this thrill before»)[4].
Paralelamente, también existen elementos en común con la letra de la compositora mexicana. Cabría destacar el contacto íntimo (es. «Quiero tenerte muy cerca»; «verte junto a mí» frente al en. «My arms are holding you» y «holding you close to me»[5]) y el miedo a la separación (es. «Que tengo miedo a tenerte y perderte después» frente al en. «If you should leave me then each little dream will take wings and my life would be through»[6]).
Por último, es interesante destacar que en la versión original el estribillo se repite dos veces, mientras que la versión en inglés utiliza este espacio para proponer una letra diferente en cada estrofa y continuar el discurso del personaje.
- Ejemplo n.º 2: В последний раз, texto de Vladímir M. Lugovoy e interpretado por Lyudmila T. Barykina, integrante de Весёлые ребята
Se trata de la versión en ruso de Porque te vas, compuesta por José Luis Perales en 1974 e interpretada en español por la cantante Janette. Resulta curioso que el título de esta canción se sigue prestando a múltiples interpretaciones: hay quienes todavía piensan que se trata de un reproche («¿Por qué te vas?»), y no de un lamento por una situación que ya se tiene asumida.
Esta canción se hizo muy popular por motivos que explicaremos más adelante, así que en la antigua Unión Soviética también se llevó a cabo una traducción de dicho éxito.
Podría decirse que la temática original está relacionada con la separación «porque te vas»; «todas las promesas de mi amor se irán contigo»; «junto a la estación hoy lloraré»; y con la esperanza («todas las cosas que quedaron por decir se dormirán» [dormirse implica despertarse]; «junto a las manillas de un reloj esperarán todas las horas que quedaron por vivir» [esperarán a que regrese]) o bien con la idea de que todo se detiene para siempre (otra interpretación de esos mismos versos). Otro rasgo característico de esta canción es la repetición («porque te vas»; «me olvidarás»; «se dormirán»; «esperarán») a lo largo de los versos.
No obstante, la versión en ruso presenta una temática ligeramente distinta, si bien conserva ese tono de tristeza y melancolía. El tema principal, presente en el título, consiste en remarcar que la relación forma ya parte del pasado, cuando la pareja estaba unida («остался мир, который вместе видел нас, в последний раз»; «Комната (…) чиста как день, который вместе видел нас в последний раз»[7]), aunque existen otros secundarios como el paso imparable del tiempo («Время пройдëт»; «И пройдëт не знаю сколько зим и сколько лет»; «Пусть ничто не вечно под луной»[8]) y el olvido («ты забудешь всë, что было с тобой у нас»; «я не забуду дня, когда ты был со мной в последний раз»[9]).
Por otro lado, en esta versión se ha perdido el recurso de la repetición, puesto que de las cuatro que mencionábamos más arriba, solo se han reproducido dos: «с тобой у нас» y «в последний раз»[10]; las demás se entremezclan con el texto de la canción.
- Ejemplo n.º 3: Pourquoi tu vis?, texto de Claude Lemesle e interpretado por Janette.
Resulta sorprendente, pero Porque te vas no fue un éxito hasta que no se dio a conocer su versión en francés. Parece ser que el cineasta Carlos Saura escuchó la canción original en la radio y le gustó tanto que decidió incorporarla a su película Cría cuervos (1975), para cuya versión francesa decidió versionar la letra de Perales, seguramente para adaptarla a la esencia de su protagonista. Resulta que la película fue galardonada en el festival de Cannes y, en consecuencia, el tema cosechó cierto éxito.
Lo más llamativo es que en esta ocasión no se recupera ningún tema de la versión original; se trata de una versión libre que únicamente conserva la música como elemento identificador. Uno de los aspectos más destacables es que cambia el emisor y el receptor: en las versiones anteriores, se presentaba a una persona que se dirigía a su ser amado (mujer a hombre en la versión rusa por las marcas flexivas de género), pero en este caso aparece un emisor que apenas habla sobre sí mismo y que se dirige esencialmente a una niña pequeña. El tema general de esta versión es la libertad: la niña tiene una mente curiosa que desea conocer el mundo que la rodea y desprenderse de todo lo que la oprime, pero se encuentra encerrada en casa de sus padres sin vía de escape, por lo que se pregunta por qué vive y adónde va a ir. Esto queda patente en versos como «Tu es prisonnière de ta maison, de tes parents, de cet adulte qui te dit qu’il a raison et qui te ment» y «Et pourtant tu veux de tout ton corps, de tout ton cœur briser enfin le noir et blanc de ton décor, vivre en couleur[11]» Aunque evidentemente se trata de una canción triste, sería imposible encontrar alguna relación con la versión original. A ello contribuye el hecho de que se haya omitido el recurso de la repetición, puesto que no se repite ni un solo verso, ni siquiera en el estribillo, que se versiona como «Pour quoi tu vis? Et où tu vas?».
- TRADUCIR LA LETRA Y ADAPTAR LA MÚSICA EN CONSECUENCIA
Cuando consideramos que la letra es más importante que la melodía y queremos componer la nueva canción tomando como punto de partida la traducción literal del contenido textual, otra opción puede consistir en amoldar la música en mayor o menor medida para hacer que los versos sean cantables (recuérdese el concepto de «cantabilidad»). Esto se debe a que es bastante probable que en dicha traducción literal no aparezcan los elementos que caracterizan una composición en verso (p. ej., rima). Según Franzon, los ejemplos más representativos se encuentran en textos canónicos, por lo que no hemos podido encontrar ejemplos de canciones en español. Así que os remitimos directamente a su obra, donde se muestran ejemplos en sueco, finés, noruego y una lengua naami.
- TRADUCIR LA LETRA Y ADAPTARLA A LA MÚSICA ORIGINAL
Se trata de la opción más frecuente en el contexto de encargos profesionales: se necesita una traducción pero no es posible modificar la música, o no se desea. Además, normalmente, se busca producir una equivalencia dinámica conservando el sentido original. En estos casos, cuanto mayor sea la longitud de los versos, más fácil resultará traducir la canción e ir ajustando el texto mediante pequeños cambios en la sintaxis. A continuación, os mostramos un ejemplo muy ilustrativo:
- Une femme avec une femme, texto de Mecano y Pierre Grosz, interpretado por Ana Torroja
En efecto, Mecano triunfó en Francia con esta versión, igual que lo hizo en Italia con Per lei contro di lei. Seamos honestos: se trata de una canción con un mensaje tan importante y narrado con tal delicadeza poética que resultaría ofensivo intentar traducir la letra mediante cambios sustanciales en el imaginario de Mujer contra mujer. Quizás por este motivo, las versiones más cercanas que encontramos son un ejemplo perfecto de fidelidad hacia el texto y hacia la música tan reconocible. A continuación, os mostramos una serie de ejemplos:
- «Nada tienen de especial dos mujeres que se dan la mano» frente a «Deux femmes qui se tiennent le main, ça n’a rien qui peut gêner la morale».
- «Un amor por ocultar, aunque en cueros no hay donde esconderlo» frente a «Un amour qui est secret; même nues, elles ne pourraient pas le cacher».
- «Quién detiene palomas al vuelo volando a ras del suelo» frente a «Qui arrête les colombes en plein vol, à deux au ras du sol».
- «Que con mis piedras hacen ellas su pared» frente a «Avec mes pierres elles construiraient leur forteresse».
Como se aprecia, en esta opción abundan los procedimientos oblicuos de traducción para tratar de amoldar el texto a la métrica de la canción. Probablemente, ese trata de la estrategia que más se acerca al concepto clásico de traducción, pero hay que tener en mente que todas las anteriores transmiten y tienen un impacto en el oyente.
Ya más en particular, la única «pega» de esta versión es la ausencia evidente del juego de palabras en «Y lo que digan los demás está de más», que se pierde al cantar «Ce qu’ils en pensent ou disent ne pourrait rien y faire» («Lo que piensen o digan los demás no puede cambiar la situación»).
En contraposición a esta versión tan fiel e identificable, os recomendamos Mann Gegen Mann, la adaptación en alemán de Rammstein. Es fácil percatarse de que no se enmarca en ninguna de las categorías anteriores; ello se debe a que utilizaron Mujer contra mujer como inspiración para componer un tema que hablase de dos hombres, pero no existe la intención de transmitir ningún elemento de la obra original: ni la música ni la letra.
Ya fuera de este análisis, y en línea con el tema de canciones de ayer, os recomendamos escuchar las versiones en inglés de La chica de ayer, The girl from yesterday, y No surrender, cantada por Vicky Larraz en su traducción del famoso tema de Olé Olé No controles.
[1] Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22ª ed.). Consultado en https://dle.rae.es/canci%C3%B3n?m=form en agosto de 2020.
[2] Martinez, Béatrice y Raúl Eduardo González. “La traducción de canciones: análisis de dos casos”. Culturas Populares. Revista Electrónica 8 (enero-junio 2009). http://www.culturaspopulares.org/textos8/articulos/gonzalez.htm
[3] Quirante Almodóvar, Julia (2018). La adaptación de letras de canciones: Propuesta de adaptación de la letra de Roots, de Lucie Silvas, para una versión en español. Análisis y justificación. Máster de traducción especializada. Universitat Oberta de Catalunya.
[4] «[Bésame mucho,] que mis oídos oyen música celestial cuando me fundo en un beso contigo»; «Mi amor por ti es infinito»; «Nunca me había sentido tan eufórico».
[5] «Te tengo entre mis brazos»; «[Jamás me habría imaginado] llegar a estrecharte contra mi cuerpo».
[6] «Si algún día te marcharas se escaparían volando todos mis sueños y mi vida estaría acabada».
[7] «Solo queda el mundo, que nos vio juntos a los dos por última vez»; «La habitación del balcón y la ventana (…) la veo tan despejada como aquel día que nos vio juntos a los dos por última vez», en donde despejada es un pequeño juego de palabras que intenta reproducir el del original, donde чиста [chistá] (limpia, pura, clara) complementa tanto a комната [kómnata] (habitación limpia) como a день [djen] (día claro).
[8] «El tiempo pasará; «Pasarán las estaciones, durante años y años»; «Aunque en este mundo nada sea para siempre», en donde la traducción inversa del segundo verso busca reproducir una idea subyacente, puesto que en ruso existe la expresión сколько зим, сколько лет [skólka zim, skólka ljet] (lit. «cuántos inviernos, cuántos veranos») empleada para expresar «¡cuánto tiempo!»; además лет [ljet] es el plural irregular de год [got] (año).
[9] «Te olvidarás de todo cuanto hubo entre nosotros»; «[No habrá un solo instante] en que me olvide de aquel día en que tu y yo estuvimos juntos por última vez».
[10] «Entre tú y yo»; «Por última vez».
[11] «Eres prisionera de tu propia casa, de tus propios padres, de ese mismo adulto que afirma ser dueño de la verdad pero que luego te miente»; «Y sin embargo, desde lo más profundo de tu ser, con toda tu alma, deseas dejar de vivir de una vez en blanco y negro para hacerlo a todo color».