La traducción, entendida como pilar de la comunicación intercultural, se encuentra muy presente en la mayor parte de situaciones de nuestra realidad relacionadas con las relaciones humanas. Nos encontramos en plena era de la globalización, y eso significa que en nuestro día a día convivimos con personas provenientes de otras culturas, que hablan otras lenguas y, por supuesto, que aportan a la comunidad internacional diversos productos y servicios que procuramos localizar para aumentar su alcance al máximo. Es innegable que casi todas las actividades deben reproducirse o proporcionarse en más de un idioma para asegurar que se acercan convenientemente al mayor número de personas posible. Desde los estudios de traducción, se es muy consciente de la gran cantidad de servicios que existen, tanto en canales orales como escritos, y sabemos identificar con precisión qué tipos de textos llegan a nuestras manos, qué tipo de interpretación requiere un evento multitudinario, qué grado de especialidad precisa un profesional lingüístico para enfrentarse a un determinado proyecto, etc. A lo largo de nuestra carrera, vamos recibiendo encargos, cada uno de los cuales pertenece a unas circunstancias comunicativas concretas, pero, fruto de esta especialización, por la que solemos ver los árboles, pero rara vez el bosque, es posible que no nos hayamos parado a pensar en el conjunto de servicios lingüísticos que requiere una entidad completa, en el océano de traducciones totales que precisa un tipo de servicios y en el que cada uno de nosotros representa apenas unas gotas.
Los acontecimientos recientes de nuestra historia colectiva han hecho que aumente exponencialmente el ya de por sí desenfrenado ritmo de los hospitales y los centros de atención sanitaria. Este tipo de establecimientos se encuentra muy a menudo con situaciones que requieren una mediación interlingüística; y es que cada vez son más las personas extranjeras que necesitan asistencia sanitaria cuando se encuentran en un país distinto en el que se habla un idioma diferente (migrantes, turistas, estudiantes internacionales, etc.). Asimismo, la pandemia coronavírica del 2020 ha propiciado un aumento de los documentos y las consultas en materia de medicina, materiales de gran importancia y que necesitan compartirse en la comunidad internacional para avanzar en los estudios sanitarios. Por todo ello, es interesante pensar en los hospitales y centros de atención sanitaria como una entidad que congrega todo tipo de servicios lingüísticos y pararse a analizar los más relevantes. Como tal, en este artículo haremos un recorrido por las tareas interlingüísticas más frecuentes en estos establecimientos.
Para comenzar, es innegable reconocer la gran cantidad de traducciones que se producen a nivel interno. Las barreras lingüísticas pueden producirse entre dos compañeros médicos, entre un médico y el paciente o entre el paciente y las disposiciones legales por las que se rige el hospital. Por este motivo, los centros de atención sanitaria cuentan cada vez más con servicios de traducción internos que se encargan de adaptar entre distintos pares de idiomas los textos más comunes de la actividad sanitaria. En esta categoría, entra la traducción de historias clínicas de pacientes extranjeros (p. ej., un ciudadano turco con complicaciones derivadas de la diabetes que no puede someterse a ciertos tratamientos), los consentimientos informados que deben firmar los pacientes antes de someterse a una intervención y que deben entender en su totalidad para comprender el alcance de la misma y las exenciones de responsabilidad, las pautas posoperatorias que debe seguir un paciente al que se le va a dar el alta, etc. Asimismo, es habitual hacer traducciones de estudios clínicos por parte de centros de otros países para poder compartir conocimientos y saber cómo evolucionan las investigaciones en una materia en concreto; por ello, los hospitales suelen contratar a traductores para adaptar publicaciones académicas o artículos que deseen publicar en una comunidad más extensa. Si bien es cierto que hace no mucho, eran los mismos médicos los que asumían la tarea de traductores por confiar en sus conocimientos teóricos como único parámetro de calidad a la hora de hacer una traducción especializada, en la actualidad se suele confiar esta tarea a profesionales formados en traducción y que tengan asimismo conocimientos en la materia o una notable experiencia con la documentación para este tipo de actividad. De este modo, se logra precisión terminológica, adecuación gramatical, traducción íntegra del contenido original y procesos de calidad específicos del sector de la prestación de servicios lingüísticos.
En esta misma línea de la divulgación, cabe destacar la necesidad de adaptar el sitio web de un hospital o centro de asistencia sanitaria a diversos idiomas. Este servicio genera confianza a los clientes potenciales y, en general, a todas las personas que se vean en la necesidad de acudir a algún tipo de consulta; les hace sentirse integrados y les anima a continuar avanzando en el proceso. Por ello, los hospitales suelen hacer un estudio de los idiomas predominante en su área y contratan servicios de localización para difundir su actividad. Sin embargo, esta tendencia de momento se observa solo en regiones con una gran afluencia de pacientes internacionales y, en mayor medida, en el sector privado.
Pero no todos los servicios de mediación interlingüística se producen por vía escrita. En realidad, cuando hablamos del trabajo de campo de un centro de atención sanitaria, nos referimos sobre todo al trato cara a cara con los pacientes. Y es que los pacientes deben lograr transmitir con precisión sus dolencias para que el médico pueda comprender la situación e iniciar el protocolo oportuno, y este debe ser capaz de comunicar a los pacientes el diagnóstico, las opciones de tratamiento y, en general, lograr transmitir tranquilidad, inspirar confianza y mostrarse profesional. La verdad es que algo a lo que estamos tan acostumbrados puede convertirse en un camino de obstáculos cuando médico y paciente no logran encontrar un idioma común en el que comunicarse.
En el pasado, pasando por alto el rudimentario uso del lenguaje gestual deíctico, lo habitual era que se buscase entre el propio personal sanitario a una persona que conociese la lengua del paciente e hiciera de interpretador entre este y el médico. Otra opción consistía en probar a usar una lengua de difusión, como el inglés o el francés en el caso de España. Sin embargo, no siempre era posible lograr una comunicación eficaz con esta última opción y tampoco resultaba eficaz sobrecargar a los profesionales sanitarios con actividades de mediación intercultural.
Por ello, en la última década se han hecho cada vez más populares los servicios de interpretación médica para hospitales, en donde un intérprete profesional (idealmente formado en el contexto sanitario) acompaña al médico y al paciente en su proceso de comunicación. Los servicios más utilizados son la interpretación de acompañamiento (en la que el intérprete está presente en la interacción entre ambos y va traduciendo sendos discursos por turnos) y la interpretación a distancia, por la que se habilita una línea telefónica a la que llaman simultáneamente médico y paciente y en donde el intérprete traduce sus intervenciones.
Este tipo de servicios está siendo muy estudiado en la actualidad, y es que se analizan casos en los que se observa un impacto de las diferencias culturales entre las partes que intervienen en el proceso, y se busca dar con las claves que garanticen un servicio de calidad.
En esta misma línea, cabría incluir los servicios de interpretación en lengua de signos, necesarios para incluir a una comunidad importante en todas las sociedades y que convive con multitud de obstáculos en su día a día.
Es reconfortante comprobar que los servicios de salud, esenciales para el bienestar de nuestras comunidades, apuesta por la mediación interlingüística, la inclusión y la prestación de servicios de calidad a todas las personas, sin importar de dónde vengan o cuáles sean sus barreras comunicativas. Por ello, la traducción médica cumple una función tan meritoria y sigue siendo necesario promover sus servicios en este tipo de establecimientos.
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