Hay idiomas que adquieren continuamente nuevos hablantes, otros inevitablemente parecen destinados al olvido. En la mayoría de los casos se trata de lenguas antiguas habladas por comunidades muy pequeñas y aisladas, cuyos habitantes disminuyen gradualmente en número y el efecto de la globalización hace perder las antiguas tradiciones culturales del pueblo.
Aquí dejamos una breve lista de verdaderos tesoros lingüísticos que, tarde o temprano, dejarán de existir.
Livonian
El ultimo hablante de este idioma letón falleció en el 2013. Hoy en día solo veinte personas, empujadas por el sentimiento de pertenencia a su tierra natía, hablan esta lengua. La razón de su desaparición radica en el hecho de que no hay un sistema escolar dedicado a su enseñanza y carece de literatura.
Nganasan
Es una lengua hablada por el pueblo indígena nganasan que habita la península de Taymyr, en el norte de Siberia.
El Nganasan es una lengua urálica hablada por unas 800 personas. Las nuevas generaciones, nacidas y criadas en grandes ciudades, han olvidado por completo esta lengua, que ahora sobrevive solo en aquellos que han vivido en los pueblos aislados del resto del mundo.
Guugu
Este idioma es hablado por unas 700 personas en Australia y es famoso por haber dado lugar a la palabra canguro.
Apinayé
Esta lengua pertenece al estado de Tocantins, Brasil. Es una de las antiguas lenguas indígenas literalmente aniquiladas por la lengua de los conquistadores portugueses. Originalmente solo se permitía a los hombres adultos aprender portugués para ayudar a la tribu en el comercio con los conquistadores.
Más tarde, el portugués comenzó a extenderse y ser utilizados también en las pequeñas comunidades. Hoy en día hay menos de 1200 personas que hablan el Apinayé. Con el fin de mantener su bagaje cultural e idiomático lo más intacto posible a los niños, durante la primera parte de sus vidas, se les enseña exclusivamente el apiané, solo mas tarde empiezan a aprender portugués.
Okanagan
Otro lenguaje en riesgo de extinción es el Okanagan. Idioma del Canadá que casi ha desaparecido por el uso del inglés. Hoy en día solo 150 personas saben cómo usarlo y todos viven en Columbia Británica. Esto hace de Okanagan una de las lenguas más amenazadas del mundo.