La seguridad es una necesidad que genera una gran demanda en los mercados a nivel global. En un mundo en el que las estafas y los accidentes están a la orden del día, los clientes de distintos servicios desean disponer de ciertas garantías de que, ante determinados eventos, van a contar con el respaldo por parte de las empresas proveedoras. Por ejemplo, los turistas que viajen a un determinado país pueden comprar unos billetes de avión con opción a cancelación o modificación gratuita en caso de no poder viajar en esas fechas. Si bien este tipo de seguros es opcional y complementario, en muchas ocasiones, el tipo de servicio obliga a ambas partes, la ofertante y la contratante, a aportar y firmar un seguro en el que se disponga una serie de condiciones que regulen las expectativas por ambas partes y, sobre todo, las compensaciones y actuaciones por parte de la aseguradora ante determinados acontecimientos.
En este sentido, existen compañías aseguradoras que cubren varios tipos de aspectos. En un primer lugar, existen los seguros que brindan cobertura a una persona. Por lo general, aquí se enmarcan los seguros de vida (en caso de fallecimiento o invalidez); los seguros de accidentes personales (por los que se recibe una indemnización en caso de accidente, e incluso defunción) tan habituales en algunas profesiones, sobre todo las que implican cierto riesgo; los seguros de salud (que se hacen cargo de los gastos por prestación de servicios sanitarios o reintegran una parte del desembolso hecho en los mismos) y los de dependencia (para personas con algún tipo de limitación física/psíquica diagnosticada). Por otro lado, podemos encontrar seguros ante daños o violaciones al patrimonio. Este tipo de seguros es bastante amplio, y abarca los seguros de coche (tanto los mínimos obligatorios para poder circular como los complementarios para obtener mayor cobertura o compensación ante casos de daños menos frecuentes), los de ingeniería (para daños provocados por fenómenos naturales), los de robo (que contemplan la sustracción en la que media la violencia o la intimidación), los de transporte (para mercancía), los de incendios, los de hogar o los de responsabilidad civil. Y, en un último plano, se enmarcarían los seguros relativos a la prestación de servicios, donde se encuentran los seguros de asistencia en viaje, los seguros de decesos (gastos propios de trámites de un fallecimiento y el funeral) y los seguros de defensa jurídica, que cubren asesoramiento especializado. Por supuesto, existen otros tipos de seguro más infrecuentes y realmente curiosos: como el aseguramiento de partes del cuerpo o el aseguramiento para determinados organizadores de eventos, como la suspensión de una competición por condiciones adversas (p. ej., imaginémonos que hemos reservado un vuelo y una estancia para desplazarnos a otro país para una competición deportiva y que esta se cancela; también existe uno para ayudar a los organizadores de eventos de golf a pagar el premio a los jugadores que logren un hoyo en uno).
Todo ello, evidencia que los seguros son un tipo de producto con un gran alcance y con una presencia enorme a nivel internacional, ya que estos a veces se aplican entre distintos países, sobre todo cuando se enmarcan en el sector turístico. Por lo tanto, las compañías aseguradoras se establecen como uno de los grandes consumidores de servicios lingüísticos, lo que da lugar a hablar de un mercado específico para este sector y a la necesidad de perfiles traductores específicos.
Las compañías aseguradoras generan una gran cantidad de documentos, en su mayoría, pertenecientes al ámbito jurídico y técnico. Entre ellos, podemos encontrar la redacción de las condiciones de una póliza de seguros, las cláusulas contractuales, los términos generales a nivel legal, pero también los partes de accidentes, los informes financieros, declaraciones escritas y grabadas de las partes involucradas en un suceso, los informes médicos adjuntos, registros médicos y todo tipo de facturas, amén de todo el material publicitario que genere la compañía para promocionarse en los distintos canales (redes sociales, televisión, medios digitales, etc.). Todos estos tipos de material ponen de manifiesto que se trata de un sector que debe recurrir a distintos perfiles de traductor según la necesidad específica, pero que, en cualquier caso, exigen un alto nivel de especialización y rigurosidad, ya que el alcance del contenido de estos documentos puede tener repercusiones muy significativas a nivel económico y judicial en las partes implicadas. Y es que, aunque normalmente las compañías aseguradoras solo deben generar sus materiales en la lengua oficial del país en el que operan, lo cierto es que facilitar estos mismos materiales en las lenguas vernáculas de los respectivos clientes extranjeros comporta una serie de ventajas, ya que esto genera una mayor confianza y, por lo tanto, un aumento de los ingresos. Está sobradamente comprobado que los consumidores sienten una mayor inclinación cuando los proveedores localizan a sus respectivas lenguas los productos que ofertan. Esto cobra aún más importancia cuando el producto que se oferta es seguridad, cobertura y representación legal, donde todas las condiciones tienen que quedar claras antes de poder aceptarlas. En este apartado podríamos incluir asimismo los servicios de interpretación, para brindar asistencia tanto por vía telefónica (cuando se produce un accidente o suceso concreto) como de forma presencial, en el contexto de vistas judiciales.
Como tal, las compañías aseguradoras deben buscar agencias de traducción o profesionales autónomos que cuenten con flujos de traducción que incluyan traductores especializados y rigurosos controles de calidad, como la revisión por parte de un segundo traductor. Asimismo, valoran positivamente que la empresa cuente con algún tipo de acreditación oficial. Por otro lado, este tipo de clientes suele imponer consideraciones relativas a la confidencialidad de los datos tratados y, en ocasiones, gestiona este tipo de proyectos mediante traducciones juradas. Lo importante es mostrar la máxima transparencia y profesionalidad, puesto que se trata de un mercado con muchas puertas abiertas.
Ref. de la imagen: https://www.wearemarmalade.co.uk/driver-hub/driving-tips/what-to-do-once-youve-passed-your-driving-test