LA SEMANA LABORAL DE 4 DÍAS EN EL SECTOR DE LA TRADUCCIÓN

En la actualidad, se debate continuamente acerca de las medidas que podrían adoptarse para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Esto se debe a que cada vez son más las pruebas del impacto psicológico que tiene para estos el aumento de la carga de trabajo y la falta de herramientas para aprender a gestionar diversas situaciones propias del ámbito laboral, como los picos de trabajo, las relaciones difíciles con los clientes y la salud mental y emocional, que inevitablemente también forma parte de los elementos que caracterizan la participación del factor humano en el desempeño de una profesión. Como tal, se han realizado muchos estudios dedicados a analizar los elementos de conflicto en el trabajo y las necesidades que sienten los trabajadores y cuya satisfacción podría tener un impacto positivo en su rendimiento. Esto, por supuesto, no es algo nuevo, ya que desde hace varias décadas venimos observando la implementación de nuevas medidas por parte de las empresas para que los trabajadores puedan acceder a una serie de facilidades que les permitan ejercer su profesión más cómodamente, sobre todo en el ámbito de la conciliación. Entre ellas, encontramos la baja por maternidad/paternidad (periodo de descanso laboral originado por el nacimiento de un bebé, así como en casos de adopción, tutela y acogimiento), la reducción de jornada (disminuir el número de horas que una persona trabaja al día, a la semana o al mes para poder compaginar su trabajo con otras actividades, como pueden ser los estudios, el cuidado de familiares, el cuidado de los hijos, etc.) y las excedencias laborales. De esta manera, muchos trabajadores que no tenían la posibilidad de compaginar sus obligaciones profesionales y sus asuntos personales ahora pueden tratar de encontrar una manera que les permita prestar atención a ambas cuestiones.

En una época más reciente, en la que la optimización del tiempo por parte de los trabajadores y de las empresas sigue estando de plena actualidad, un tema que ha cobrado gran relevancia es el del teletrabajo completo, en concreto, el de su viabilidad en determinados sectores. Esta cuestión nació casi por imposición a raíz de la crisis de la pandemia coronavírica del 2020, en la que una gran parte de los trabajadores tuvo que continuar su actividad profesional desde casa. En muchas empresas, la transición se produjo sin grandes dificultades y, además, se observó que el rendimiento era similar o incluso mejor, por lo que se abrió el debate acerca de la viabilidad de instalar el teletrabajo permanentemente, ya fuera en modalidad completa o parcial, una realidad ya existente en multitud de empresas.

Todas estas consideraciones pusieron en entredicho el conocido modelo laboral de 40 horas semanales (el 9 to 5, como se le conoce en inglés) y la pertinencia de trabajar por cumplir un horario contractual en lugar de trabajar por objetivos, los cuales, en algunas ocasiones, podían alcanzarse mucho antes de concluir dicho modelo de ocho horas. Esta forma de pensar evolucionó un paso más adelante y se preguntó acerca de la posibilidad de comprimir los esfuerzos de producción convencionales hasta el punto de poder alcanzar los objetivos previstos para cinco días en tan solo cuatro días, lo que generó la propuesta de una semana laboral de cuatro días.

Ni que decir tiene que el atractivo de una semana laboral de cuatro días es el de poder descansar plenamente otros tres, una idea muy atractiva para los trabajadores que se encuentran en situación de estrés, desalentados o que no consiguen conciliar trabajo y vida personal como quisieran. Por ello, dado el creciente interés de esta teoría, se han llevado a cabo numerosos estudios en empresas y se han puesto sobre la mesa los principales beneficios que comportaría esta medida. En esencia, se habla de un aumento de la productividad, ocasionado por el hecho de que los trabajadores sienten la urgencia de tener que comprimir todos sus esfuerzos en menos tiempo a la semana (argumentando que, en ocasiones, en la semana de cinco días se producen huecos de improductividad). Asimismo, se resalta la posibilidad de alcanzar un mayor equilibrio entre trabajo y vida personal, ya que se dispone de un día adicional que se puede dedicar a atender asuntos personales, pasar tiempo con los seres queridos o a hacer actividades de esparcimiento para descansar la mente, lo que se asocia ineludiblemente a una reducción del estrés. En otro orden de cosas, también se mencionan algunos beneficios adicionales, como el ahorro de combustible.

La pregunta del millón es: ¿sería posible aplicar la semana laboral de cuatro días en el sector de la traducción? Como en cualquier otro trabajo, el sector de la prestación de servicios lingüísticos trabaja por objetivos, con lo que, a primera vista, podría parecer viable concentrar la elaboración de encargos de traducción ya existentes en cuatro días. No obstante, el principal inconveniente es que la producción de las agencias de traducción depende directamente de las necesidades de los clientes, las cuales no se pueden limitar a cuatro días a la semana, puesto que están en continuo desarrollo. Es decir, que, aunque los traductores trabajasen de lunes a jueves, los clientes seguirían teniendo necesidades el viernes o incluso el fin de semana, por lo que, para atender esas necesidades, las agencias quedarían desprovistas de capital humano o bien tendrían que contratar a una nueva serie de profesionales para suplir los días restantes, algo que tendría un impacto económico considerable y que seguramente actuaría en contra de los intereses tanto de los empleadores como de los empleados. Un ejemplo conocido en España fue el de la implementación de este modelo en Telefónica, donde los empleados renunciaron como consecuencia de la consiguiente reducción en el salario. Esto quiere decir que, aunque en traducción trabajemos por objetivos, el volumen de trabajo lo marcan las necesidades de los clientes, las cuales pueden surgir en cualquier momento y para las que la agencia de traducción debe contar con los recursos humanos pertinentes, por lo que no parece que este modelo de trabajo pueda resultar viable en nuestro sector en el futuro próximo.

 

Ref. de la imagen: https://www.callcentrehelper.com/productivity-4-day-working-week-202236.htm

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