LA RESPONSABILIDAD LEGAL EN TRADUCCIÓN

LA RESPONSABILIDAD LEGAL EN TRADUCCIÓN

La prestación de servicios lingüísticos es una labor que se ocupa de interconectar a las diferentes culturas superando las barreras lingüísticas entre ellas para que estas puedan acceder más cómodamente a diversos bienes y servicios. Es, por tanto, una actividad necesaria y sustancial. Por supuesto, como en la mayoría de relaciones comerciales y profesionales, los traductores y los intérpretes se comprometen a prestar un servicio que reúna una serie de condiciones que impriman una determinada calidad sobre dicha prestación; y es que se trata de un sector en el que es fundamental poner todos los medios disponibles para garantizar que la reproducción interlingüística sea precisa y cumpla la función comunicativa para la que fue concebido el original. Por ello, los profesionales del sector y las publicaciones en Internet se centran enormemente en dar herramientas en este sentido, en divulgar la importancia de la búsqueda de perfección y los ideales por los que deben regirse los traductores e intérpretes. Pero, por suerte o por desgracia, la prestación de servicios lingüísticos sigue siendo una actividad con un marcado componente humano, lo que quiere decir que es susceptible de albergar errores que pueden pasar desapercibidos durante los procesos de comprobación. ¿Qué responsabilidad asumen en dicho caso los traductores y qué situaciones pueden tener lugar?

Sería conveniente destacar, en primer lugar, que los traductores asumen una responsabilidad a lo largo de la prestación del servicio y hasta la entrega de este. Dicha responsabilidad va desde respetar la confidencialidad de un material hasta poner todos los medios humanos y virtuales para garantizar la ausencia de errores, imprecisiones, omisiones y demás parámetros que comprometen la calidad de una traducción. Esta es la responsabilidad a la que se suele hacer mención más habitualmente y en la que se incide más notablemente. Sin embargo, la responsabilidad que conlleva una traducción perdura en el tiempo, y es que entregar una traducción puede llegar a ocasionar perjuicios en los clientes, incluso después de haber superado con éxito un control de calidad. Por ejemplo, esta puede seguir conteniendo errores de los descritos anteriormente, la traducción puede no contemplar alguna disposición expuesta en el contrato de servicios o bien la utilización de esta traducción errónea puede comportar algún tipo de daño. Es decir, que la responsabilidad que conlleva una traducción perdura hasta después de su entrega.

En términos generales, cuando se detecta alguna de estas circunstancias, se habla de estar incurriendo en una responsabilidad civil. Asimismo, se tienen en cuenta el árt. 1089 del Código Civil ([las obligaciones] «nacen de la ley, de los contratos y cuasi contratos, y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia») y el art. 1902 del mismo («el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado»).

En otras palabras, el Código Civil (aplicado generalmente y no específicamente a las traducciones) contempla una serie de causas por las que se puede incurrir en este tipo de responsabilidad, como una negligencia en la prestación del servicio (errores en la traducción o en el proceso), no respetar las disposiciones del contrato, o causar algún tipo de daño concreto derivado de las anteriores. Y, por otra parte, contempla la evidente obligatoriedad de reparar esos daños. Por supuesto, el primer paso consiste en hacer entrega de una versión traducida en la que se hayan subsanado los errores detectados; pero, además, puede darse el caso de tener que indemnizar los perjuicios ocasionados, p. ej. si se ha producido una pérdida económica como consecuencia del uso de una traducción errónea. En este artículo, se presenta un caso muy ilustrativo de responsabilidad por parte de los traductores ante un caso de traducción errónea y su posible solución.

Por supuesto, el alcance de esa responsabilidad no siempre es el mismo; este depende del tipo de traducción en cuestión. Normalmente, la información anterior es de aplicación general, sobre todo, en las traducciones que no necesitan sello, pero las traducciones juradas, debido a su componente legalmente vinculante y oficial, se encuentran sujetas a una responsabilidad civil mayor. En el art. 459 del Código Penal, se tipifica el delito de falso testimonio de peritos e intérpretes: «Las penas de los artículos precedentes se impondrán en su mitad superior a los peritos o intérpretes que faltaren a la verdad maliciosamente en su dictamen o traducción, los cuales serán, además, castigados con la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio, empleo o cargo público, por tiempo de seis a doce años».

Esto no quiere decir que la existencia de errores en una traducción jurada conlleve pena de cárcel, sino que esta posibilidad existe para los casos en los que un traductor altera deliberadamente el contenido de una traducción respecto al del original, faltando por ello al ideal de reproducción preciso y fiel y, en definitiva, cometiendo un delito flagrante.

Por todo ello, muchos profesionales autónomos y agencias de traducción suelen contratar un seguro de responsabilidad civil que les protege frente a los daños a terceros ocasionados en el desempeño de la actividad empresarial o comercial. Estos varían en función del tipo de traducciones que contemple la actividad de la empresa y, por su puesto, de la continuidad de la traducción, que, como decíamos al principio, suele extenderse de manera continuada en el tiempo.

En definitiva, la prestación de servicios lingüísticos es una actividad comercial de gran trascendencia y que asume una gran responsabilidad para con los intereses de tercero. Por ello, hay que conocer el marco legal en el que se engloba el ejercicio de la traducción y procurar poner todos los medios disponibles para garantizar la ausencia de errores y demás problemas que pueden dar lugar a un perjuicio. Solo así lograremos entregar traducciones con la mayor calidad a largo plazo.

Para este artículo, nos hemos basado en las siguientes fuentes:

https://www.englishpanish.com/es/la-responsabilidad-del-traductor-ex-post/

– https://traductoresoficiales.es/es/historias-divertidas-de-la-traduccion-jurada-la-responsabilidad-civil-del-traductor/

https://www.alainpuyo.com/seguro-responsabilidad-civil-para-traductores/

 

Ref. de la imagen: https://www.solucionagestion.es/servicios-3/asesoramiento-juridico/hd-attorney-law-firm-wallpaper-1080p/

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