La incertidumbre que reina entre los mercados internacionales tras varios meses de estado de alarma y escasa movilidad, hace que las empresas necesiten nuevas herramientas para recuperar cierta normalidad.
Para todas aquellas compañías que quieran expandirse, una de las herramientas más potentes será el dominio de los idiomas que las hará más competitivas de cara a los mercados internacionales.
El inglés sigue liderando los mercados, aunque cada vez se vea más desafiado por la continua evolución de los mercados y el movimiento migratorio de la población mundial. Un reciente artículo del Word Economic Forum nos hace reflexionar. Según una publicación de la Cambridge University Press, hasta 350 millones de personas en China tienen algún conocimiento de inglés, y en India hay otros 100 millones. Probablemente haya más personas en China que hablen inglés como segundo idioma que estadounidenses que lo hablan como el primero, pues solo una quinta parte de los estadounidenses hablan un idioma diferente al inglés en sus hogares.
En EE. UU. se habla el spanglish, que combina elementos del inglés y del idioma de los padres y abuelos, inmigrantes de países latinos. En India se habla el hinglish (hindi-inglés), el benglish (bengali-inglés) y el tanglish (tamil-inglés). Una demostración de que la lengua es más que un medio de comunicación. Es una expresión de identidad.
El chino. Hay más de 1,2 billones de hablantes y muchos de ellos se encuentran en todas partes del mundo, lo que brindaría grandes oportunidades de trabajo. Según varios estudios, en 2050 el chino mandarín será la segunda lengua más hablada.
El árabe cuenta con 420 millones de hablantes en el mundo. Una macrolengua de la familia semítica como arameo, hebreo, acadio, maltés y otras. Catar, Omán o Arabia Saudita son unos de los países más ricos en el mundo que invierten grandes sumas de dinero y cooperan con grandes compañías mundiales, por eso crece la demanda de conocimiento de este idioma con el objetivo de ser competitivos en un mercado en el que el idioma árabe se está expandiendo.
El alemán, que en Europa ya es la segunda lengua, se habla por 90 millones de personas en todo el mundo. Un país con una economía fuerte y cuyas empresas son conocidas mundialmente por la producción de productos de gran calidad.