La industria de la traducción es un sector compuesto por un sinfín de servicios lingüísticos adaptados a las necesidades particulares de cada cliente. Por ello, uno de los aspectos más atractivos de su naturaleza es el dinamismo que lo caracteriza: hoy por hoy ponemos a disposición del cliente una serie de soluciones que nos son contemporáneas; en el pasado empleamos otras distintas a partir de las cuales evolucionamos y en el futuro nos aguarda la promesa de conocer nuevas formas de entender las relaciones interlingüísticas, así como de los diversos medios que utilizaremos para satisfacerlas. En la actualidad, el catálogo de soluciones lingüísticas que ofrecen las agencias de prestación de servicios lingüísticos es muy extensa, ya que es el resultado de realizar constantes estudios de mercado destinados a satisfacer la demanda en el panorama de la internacionalización. Por ello, cada vez el término «traductor» engloba menos todas las funciones que desarrollamos en el sector, y empezamos a definirnos como «profesionales lingüísticos», sobreentendiéndose en lo tocante a las actividades intralingüísticas e interlingüísticas. Pese a todo, suele pasar que los profesionales conozcan mejor los servicios que les son propios y desconozcan todos los pormenores de otros servicios que no forman parte de su volumen de trabajo habitual. De este modo, habrá intérpretes que no conozcan detalladamente en qué consiste la transcreación y habrá transcreadores que se pierdan en la literalidad de proyectos muy técnicos, los cuales, a su vez, se sienten más cómodos en la tranquilidad de disponer de más tiempo para revisar su trabajo y admiran a los intérpretes, que son capaces de reproducir material textual oral en un muy corto espacio de tiempo. Así pues, somos un ecosistema en el que, con cada tipo de servicios, componemos una industria integral, esencial y respetada.
En el artículo de hoy, hablamos de un servicio lingüístico que puede que no sea el primero que nos viene a la mente cuando pensamos en soluciones de traducción, pero que es de una gran importancia en casos concretos y que forma parte de los protocolos de instituciones con un alto nivel de responsabilidad. Hoy os hablamos de interpretación telefónica.
Este servicio se enmarca dentro de la traducción a través del canal oral, es decir, de la interpretación. Como su nombre indica, se trata de una solución lingüística en la que (normalmente) dos partes interlocutoras que no hablan el mismo idioma mantienen un intercambio comunicativo por mediación de un profesional que traduce las intervenciones en ambos sentidos del par de idiomas de cada caso. Ahora bien, ¿en qué circunstancias de producen este tipo de servicios?
En primer lugar, hay que destacar que, aunque, idealmente, lo más recomendable es programar de algún modo las conferencias en las que se vaya a emplear interpretación telefónica (para que el profesional pueda preparar la temática o, si procede, solicitar algún documento que vaya a desempeñar algún papel en la conversación), la realidad de estos servicios está mayormente vinculada a la inmediatez, si no a la urgencia. La necesidad de una interpretación telefónica suele venir dada por casos en los que una institución recibe a una persona que no habla el mismo idioma que el personal de dicha institución, por lo que aparece una barrera lingüística repentinamente, imposibilitando la comunicación. ¿Qué ocurriría si llegase a la consulta de urgencias una persona que solo habla sueco? En algunas circunstancias no hay margen para la preparación y la documentación; y la rama de la interpretación lo sabe de sobra.
Por este motivo, para ofrecer este servicio, muchas agencias de prestación de servicios lingüísticos cuentan con un directorio de intérpretes de alta disponibilidad, de manera que siempre puedan encontrar profesionales a los que encargar la interpretación de un caso particular, con independencia del momento del día. En cualquier caso, las agencias que ofrecen este servicio funcionan siempre siguiendo el mismo protocolo: comparten públicamente toda la información de este servicio para que el cliente conozca suficientemente en qué consiste, qué esperar de él y la garantía de calidad; posteriormente, atienden el encargo del cliente y, en función a las necesidades, seleccionan al profesional más adecuado; finalmente, crean la conferencia poniendo en contacto a las dos partes interlocutoras.
Huelga decir que, si bien comentábamos que las agencias están preparadas para prestar servicios de urgencia, también se encargar de organizar conferencias con más antelación e incluso de disponer los equipos necesarios.
Este tipo de servicios es muy beneficioso en instituciones a las que acuden grandes volúmenes de personas y donde no se pueda asegurar de antemano que no vayan a existir barreras lingüísticas. Los ejemplos más habituales son: hospitales (como el ejemplo anterior), los órganos de gobierno (a la hora de comunicarse con gobiernos extranjeros), reuniones, atención al cliente (sobre todo reclamaciones) y situaciones de emergencia (como personas de visita en un país extranjero que se ven sorprendidos por algún contratiempo grave). De hecho, algunos países están más concienciados que otros y han incorporado de manera evidente estos servicios dentro de las instituciones, conscientes de la importancia de propiciar el entendimiento interlingüístico entre personas de distintos idiomas.
Pese a todo, la interpretación telefónica presenta dos inconvenientes fundamentales. Por un lado, por el tipo de tecnología que emplea, está sujeta a fallos técnicos: como que la cobertura de una de las partes no sea muy buena, que la salida o la entrada de sonido no sea buena o que se produzcan cortes en el suministro eléctrico. Asimismo, conviene destacar la ausencia del lenguaje no verbal, que, como bien sabemos, desempeña un papel muy importante a la hora de transmitir plenamente un mensaje. No obstante, este servicio se suele usar en contextos en los que prima transmitir información objetiva, por lo que raramente se producen malentendidos.
Por el contrario, entre las ventajas, encontramos el prestigio que aporta a la institución facilitar las comunicaciones en este sentido entre hablantes de distintas lenguas, la libertad de alcance a la hora de llegar a cualquier parte del mundo; el ahorro derivado de no tener que recurrir a un intérprete presencial; y el poco tiempo que suelen tardar en organizarse las conferencias.
En esencia, puede que la interpretación telefónica no sea uno de los servicios lingüísticos más conocidos, pero cumple una función muy importante en la comunicación intercultural, por lo que deberíamos fomentar aún más su uso e implementarlo en diversos ámbitos de nuestra sociedad.
Ref. de la imagen: http://www.thenlpcompany.com/sales/nlp-persuasive-techniques-and-telephone-calls/