Cuenta la leyenda que bajo el sol de la India vivía antaño un rey hindú llamado Sheram. Sus ojos habían perdido el brillo hacía mucho tiempo, desde que su hijo pereciera luchando en una batalla de la que jamás regresaría. Esta pesadumbre había anidado en el corazón de aquel padre para el que la vida, tediosa, ya no albergaba ninguna ilusión. Sus súbditos simplemente no hallaban manera de devolverle el ánimo. Cierto día, se presentó en palacio un hombre que se hacía llamar Sissa; este pidió audiencia con el rey para poder enseñarle un juego que, según alegaba, lograría entusiasmarle y entretenerle: el ajedrez. Después de explicarle las reglas, comenzaron a jugar. El rey quedó maravillado tras la partida y sintió que sus penas empezaban a disiparse. Agradecido, este ofreció a aquel hombre la recompensa que gustase. Entonces, Sissa le pidió que dispusiera que colocaran un grano de trigo en la primera casilla del tablero de ajedrez, dos en la segunda, cuatro en la tercera, y así exponencialmente hasta llegar a la última. Sheram mandó calcular la cantidad que adeudaba y quedó estupefacto cuando le comunicaron que debía entregar 18 446 744 073 709 551 615 granos de trigo, una suma que le resultaba imposible reunir, así que finalmente le ofreció permanecer a su lado como consejero real.
Este relato legendario lleva siglos asociándose con los orígenes del juego intelectual más famoso de nuestra historia. Aunque lo cierto es que el ajedrez que conocemos actualmente no es el mismo que se jugaba en épocas pasadas. Parece ser que su predecesor más directo fue un juego hindú conocido como chaturanga y que supuestamente dataría de los siglos IV y V. Este habría nacido en Asia y se habría ido extendiendo a China, Rusia, Europa, etc. A España llegó a través de la cultura árabe, que a su vez recogió la tradición habida en Persia. En esencia, el juego reproduce una guerra entre dos partes que se desarrolla mediante reglas de una forma culta. De hecho, este es un aspecto clave a la hora de analizar el impacto que tuvo el vocabulario relacionado con el ajedrez a lo largo de los años en las diferentes culturas, y es que en cada una los integrantes de un ejército no son los mismos.
De hecho, el término chaturanga significa literalmente «cuatro miembros», puesto que hace referencia a los antiguos cuatro cuerpos de batalla del ejército índico representado en las piezas sobre el tablero: la infantería (los peones), la caballería (los caballos), los elefantes montados por hombres (los alfiles) y los carros de combate (las torres), aparte de las piezas correspondientes al rey y a la actual dama o reina.
Curiosamente, esta última pieza no se relacionaba con la consorte, sino que recibía el nombre de «alferza» o «fiz», del árabe hispánico alfarza y este del persa farzin («guardián») y designaba al visir/consejero del rey. Una investigación sobre el ajedrez moderno descubrió que el cambio pudo tener lugar en la Valencia renacentista del siglo XV, donde las soberanas empezaban a tener cada vez más influencia y que su aparición podría estar relacionada con María de Castilla, consorte de Alfonso el Magnánimo. Por este motivo, la dama adquirió un movimiento mucho más poderoso sobre el tablero. En el latín vulgar de aquel entonces convivían las formas regina y domina, puesto que dominus se empleaba en algunas regiones con el sentido de «rey». Y fue esta última forma la que viajó a Italia y se difundió por toda Europa, convirtiéndose en el nombre más popular para la pieza: Dame en alemán, dame en francés, dam en sueco, donna en italiano, etc. En inglés se la conoce con su correspondiente término para la realeza, queen, y en español sigue existiendo una alternancia entre las formas reina y dama. En portugués, sin embargo, predomina la forma rainha. Por su parte, en ruso se conserva la forma ферзь /fjerz’/.
Otra pieza de interesante recorrido lingüístico es el alfil, que en árabe (الفيل /alfil/) quiere decir «elefante». Estos animales eran los encargados de trasladar a los soldados al campo de batalla. Sin embargo, cuando el ajedrez llegó a Europa esta pieza generó cierta confusión, ya que las puntas que presenta en su parte superior (que en un principio representaban los colmillos de los elefantes) se confundían con las puntas de la mitra de los obispos. Para los europeos de la época tenía sentido ver a un obispo colocado junto al rey en la batalla, porque el clero tenía una gran influencia militar y hasta podía contar con su propio ejército. De esta manera, esta recibió el nombre de bishop en inglés, bispo en portugués y biskup en islandés, mientras que la influencia de la cultura árabe en España permitió conservar el término original. En francés se le llama fou; esta palabra significa «bufón», pero parece que se trata de una etimología popular. El término fou podría estar emparentado con foule una palabra en persa antiguo para «elefante». Por su parte, en ruso se llama слон /slon/, traducción directa del mismo animal. A colación de animales, el caballo no ha sufrido muchos cambios; algunos idiomas emplean el nombre del animal (cavallo en italiano o конь /kon’/ en ruso) y otros, el de quien lo monta (cavalier en francés o knight en inglés), aunque bien es cierto que en alemán se le conoce como Springer, es decir, «el saltador».
La torre también ha evolucionado notablemente en las diversas culturas. Esta pieza recibía en origen el nombre de rukh y representaba un carro de guerra. Pero una vez en Europa, los italianos asociaban la voz con el sonido de la palabra rocco («roca») y esta fue cambiando por asociación a «fortaleza» y finalmente a «torre», idea que se ha conservado en la mayoría de las lenguas: Turm en alemán, taarn en danés, tour en francés, torre en italiano y portugués y turn en rumano. Curiosamente en inglés se ha preservado el término original, puesto que se le llama rook. En español antiguo se empleaba igualmente roque, pero este solo ha perdurado en el nombre de una jugada denominada «enroque». En ruso, esta pieza se conoce como ладья /lád’ja/, que antiguamente solo hacía alusión a una embarcación usada por los eslavos. Cuenta la leyenda que los rusos viajaban a la India en barco, porque la travesía por tierra entrañaba muchos peligros y obstáculos. En cierta ocasión, llevaron consigo juguetes típicos de su cultura, pero vieron que los niños y niñas de la India no se interesaban por ellos, y es que solo les gustaba jugar a chaturanga. Los marineros se sorprendieron y decidieron llevar consigo este juego de vuelta al norte a bordo de su embarcación. Tanto les cautivó el antiguo ajedrez, que acostumbraban a jugarlo con mucha frecuencia y desatendían sus obligaciones como miembros de una tripulación, hasta el punto de que un día no avistaron una tormenta que traía consigo olas gigantescas. Una vez hubo amainado, los marineros se dieron cuenta de que parte de las piezas habían caído al mar, así que decidieron fabricar unas nuevas de madera que fuesen incluso más bonitas que las que llevaban desde la India. El único inconveniente era que no recordaban cómo eran las piezas exactamente, así que aprovecharon para incorporar un diseño propio, utilizando a generales para representar los alfiles y a sus estimados navíos para las torres.
En último lugar están los peones, que en casi todos los idiomas tienen como etimología original la idea de «andar, dar un paso», como descripción de su avance típico por el tablero: peoi en euskera, pesec en checo, pion en francés, pawn en inglés, peão en portugués y пешка /pjiéshka/ en ruso. En cuanto al rey, este recibe el título correspondiente en la cultura de destino.
Indudablemente, al estar presente en tantas culturas, el ajedrez ha experimentado una gran cantidad de cambios, sobre todo en sus reglas y en el léxico que lleva asociado. Lo que no cambia es que se trata de un juego que ayuda a desarrollar el coeficiente intelectual, mejora la capacidad de resolver problemas y aumenta la concentración y la memoria. Así que ¡a jugar se ha dicho!
Para la redacción de este artículo se han consultado los siguientes enlaces:
- https://www.elmundo.com/portal/pagina.general.impresion.php?idx=34879#:~:text=El%20nombre%20del%20juego%20hace,de%20combate%20(las%20torres).
- https://sendasdelviento.es/curiosidades/origen-piezas-del-ajedrez/#El_alfil
- https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/11/17/546a0da1e2704e08268b458e.html
- https://chess-boom.online/nazvanie-figur-v-shahmatah/
- http://chessknigi.ru/chess-article/shahmatnaja-ladja.html
Referencia de la imagen: https://www.youtube.com/watch?v=Aq8eOFUwI9c