Compaginar el confinamiento con el teletrabajo y los deberes de los hijos no es tarea fácil. En estos días, los chats de padres están que arden, todos comparten sus dudas y temores sobre la educación de sus hijos, y algunos ofrecen su experiencia para ayudar a los demás.
Los centros de enseñanza se han visto obligados a impartir las clases on-line pero, lamentablemente, no todos los centros tienen los mismos recursos y tampoco todas las familias tienen acceso a Internet.
Unos de los grandes problemas que se encuentran los padres es ayudar a sus hijos en el aprendizaje de una lengua extranjera. La pronunciación y los conocimientos de gramática fallan en los adultos y corremos el riesgo de confundir a los más jóvenes.
En el caso del inglés, por ejemplo, una pronunciación incorrecta puede arruinar el significado del mensaje. Muchos sonidos ingleses no existen en nuestro idioma.
Desde Montero Language Services confiamos en el ingenio de los padres y de paso os dejamos algunas pautas para que vuestros niños aprendan cualquier idioma desde sus propias habitaciones:
- Es importante fomentar el ritmo natural de aprendizaje. Crear un buen ambiente donde el niño se sienta cómodo. El aprendizaje tiene que ser alegre y placentero. Durante 30 minutos podrá relajarse escuchando música (mejora muchísimo la pronunciación) en otro idioma o viendo dibujos animados en versión original.
- Durante esa media hora, los mayores podemos aprovechar para repasar la clase que hemos preparado para ellos: repasar la gramática y la pronunciación que quizás tengamos algo oxidada.
- Enseñar inglés en casa tiene también sus ventajas: se pueden usar situaciones cotidianas y objetos que están en la casa para practicar el idioma de forma natural. Por ejemplo:
- Hablar sobre la ropa cuando nuestros hijos se están vistiendo (¡Ponte los calcetines azules!’, ¡Esta es la camiseta de papá!, etc.).
- Inundar la casa de post-it de colores y pegarlos a los muebles, juguetes, objetos… En una magnífica herramienta para mejorar su vocabulario.
- Cuando estemos cocinando podemos aprovechar para enseñarle el vocabulario alimenticio.
- La mayoría de nosotros tenemos algún pariente o amigo que vive en el extranjero. Ha llegado el momento de volver a enviarnos correos o hacer videollamadas: es una buena manera de aprender expresiones coloquiales y compartir experiencias.
Sarah Middleton, profesora de lenguas modernas en el colegio de Wellington en Somerset, considera que la clave del aprendizaje de una lengua es: «Poco a poco y luego repetir, repetir y repetir». Así que, padres valientes, aprovechad estos días ya que el tiempo para repetir no nos falta.