En varias ocasiones hemos hablado de la traducción y su significado, así como de su importancia y su valor. Hoy nos vamos a centrar en sus orígenes, estudiando la historia de la traducción.
Para hacerlo de una forma más clara y evitar errores, os dejamos un extracto del artículo escrito por expertos en esta materia, Alessandro Ghignoli y África Montabes Ortiz, ambos docentes de la Universidad de Málaga:
“La traducción, entendida como el proceso de reproducción, en la lengua de llegada, de la equivalencia más próxima al mensaje de la lengua de partida, en primer lugar, en el aspecto semántico y, en segundo lugar, en el aspecto estilístico como bien indican Nida y Taber (1974; 1986), tiene sus orígenes en el antiguo Egipto con la famosa Piedra de Rosetta. En ésta, por primera vez, aparecían tres escrituras: los jeroglíficos, la escritura demótica y el griego antiguo, para expresar el mismo contenido y que posteriormente ayudaron a descifrar los jeroglíficos egipcios. Esta innovadora práctica pasó a Occidente, donde los sabios traducían los textos bíblicos para que los judíos pudiesen comprender las sagradas escrituras, originariamente escritas en hebreo, lengua que acabó olvidándose. Así, durante los siglos I y II d. C.el griego y el latín se convirtieron en lenguas sagradas debido a la traducción de estas escrituras bíblicas. Más tarde, en los siglos IX y X, el árabe pasa a ser la nueva lengua debido al dominio musulmán en España y, de nuevo, se vuelven a traducirlos trabajos científicos y filosóficos realizados por los pensadores griegos.
Tras el destierro de los musulmanes en España, la prestigiosa Escuela de Traductores de Toledo se dedicó a traducir todos estos textos, que habían sido ya traducidos del árabe al latín, al castellano o a las lenguas vulgares. Esta práctica permitió a España entrar en el primer renacimiento filosófico, teológico y científico, además de introducirse en la sabiduría de Occidente. A raíz de estos importantes y certeros pasos en la traducción, su práctica continúa aportando grandes obras a la humanidad, como la traducción de la Biblia al alemán por Martin Lutero, ayudado de la imprenta, la labor traductológica aportada por el lingüista y filósofo estadounidense Chomsky, y muchas más que están al alcance de cualquiera gracias a la traducción.”
El articulo completo lo podéis encontrar siguiendo este enlace https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5012693.pdf
Imagen: Amigos de la Egiptologia