Desde nuestro blog hay algo que hemos reiterado en varias ocasiones: traducir nuestras páginas web y documentos de cierta importancia con la ayuda de los traductores automáticos (como Google Translate) no suele ser una buena idea. Y esto lo saben bien los santanderinos, que la semana pasada se encontraban con la página de turismo de su ciudad tan mal traducida que podían encontrarse el «Centro Botín»traducido al inglés como «Loot Center«, donde loot se tradujo automáticamente por su acepción de saqueo. La traducción al inglés es quizá la más llamativa, pero también se realizó a otros cinco idiomas (francés, alemán, italiano, polaco y portugués) con una calidad muy similar…
La noticia llegaba a los medios de comunicación un día antes de la presentación de la página web de la ciudad a FITUR, provocando controversias y una publicidad muy negativa para sus organismos.
Una situación en cierto modo jocosa para una ciudad que acoge muchísimos turistas cada año y que, en la era de las redes sociales, se ha hecho viral en pocas horas.
La realidad es que Santander no es la única ciudad que ha sufrido por culpa de una mala traducción. Hace unos meses Sevilla tuvo que rehacer una tirada de carteles turísticos por utilizar una adaptación no apropiada en material público y que representa a toda una ciudad.
Lejos de querer entrar en la vorágine de las críticas, desde Montero Traducciones queremos pensar que los errores pueden suponer una oportunidad de aprendizaje. Confiar en traductores especializados es siempre la mejor opción, y más en temáticas tan sensibles como las que afectan a organismos públicos. Profesionales que no solo dominen un idioma (su gramática, terminología, etc.) sino que también sean capaces de utilizar las palabras en su adecuado contexto cultural y comunicativo, escogiendo la mejor opción posible. Confiar en traductores especializados es la forma idónea para traspasar fronteras de una forma eficiente y sin sorpresas desagradables.
Fuente: eldiariocantabria
Imagen: Plataformaarquitectura