En numerosas ocasiones hemos transmitido, a través de nuestro blog, la importancia de una correcta traducción.
Hay ocasiones en las que una mala traducción o interpretación no hace daño a nadie y sus consecuencias son irrelevantes, pero en otras, la cosa se complica llegando a tener graves consecuencias.
Salud, biotecnología o jurídico, por sus implicaciones, son algunos de los sectores más sensibles desde el punto de vista humano y social y, por ello, requieren un perfecto conocimiento del idioma por parte del profesional.
En el ámbito jurídico uno de los problemas que más quebraderos de cabeza da, a la hora de traducir o interpretar, es el de los falsos amigos anglosajones.
Según Enrique Alcaraz Varó y Brian Hughes, autores del texto El español jurídico, “el problema reside en aquellos términos relacionados, procedentes del latín, cuya raíz léxica es idéntica en ambos idiomas, inglés y español, pero cuyo significado es diferente”.
Os dejamos una breve lista que os puede servir de ayuda:
- Magistrate,en inglés, no corresponde a magistrado. En España los magistrados son jueces de carrera, de categoría superior, sin embargo, el término magistrate anglosajón se refiere al juez titular del Tribunal de Primera Instancia llamado precisamente magistrate’ s court, con competencias específicas de jurisdicción penal.
- Sentencia, en español, significa la resolución de un juez en un juicio, mientras que sentence en inglés se refiere a la pena que se le impone al condenado.
- To serve, en el contexto judicial, no se traduce como servir, sino como notificar una determinada circunstancia relacionada con el procedimiento judicial.
- El termino ofence, que en español seria casi automático traducirlo como ofensa, en realidad significa delito
- Sentence es condena, mientras que sentencia se traduciría como Judgment o Court decisión.
Imagen: La jurisprudencia