Como profesionales de la traducción, sabemos la importancia que tiene confiar a un proveedor de servicios lingüísticos de calidad las tareas relacionadas con la internacionalización y la conexión intercultural. Sin embargo, a veces pasamos por alto que nos encontramos solamente en un punto concreto del universo observable, y lo cierto es que más allá de los confines de nuestra comunidad traductora, existen otros mundos para los que los servicios de traducción son algo no tan conocido, extraño o incluso aparentemente irrelevante. A consecuencia de ello, hay personas que no se han planteado el papel que desempeña la traducción en nuestra vida diaria (compra y venta de productos, consumo de cine traducido, navegación por Internet, uso de aparatos electrónicos, etc.) y, aparte, hay otras que creen en la simplicidad de hacer una traducción y, por ello, deciden lanzarse a hacer traducciones a ciegas o solicitan encargos de traducción a personas en las que confían únicamente por tener unos conocimientos determinados en una u otra lengua. Con frecuencia, estos puntos de vista sobre la actividad traductológica van asociados a índices de traducciones imprecisas elevados, lo que, paradójicamente, podría llegar a empobrecer las expectativas mínimas respecto de una traducción profesional y, por ende, alimentar estos estereotipos tan perjudiciales.
Por ello, conviene reivindicar la labor de los perfiles profesionales, los cuales podemos dividir en profesionales autónomos y en agencias de traducción o prestadores de servicios lingüísticos (LSP, del inglés Language Service Provider), sobre cuyo valor hablaremos en este artículo. ¿Qué ventajas ofrecen estos perfiles a las empresas y particulares que precisan servicios lingüísticos?
A título general, conviene destacar que encontrar traductores profesionales que se ajusten a las necesidades de cada encargo puede ser una labor compleja para los clientes sin experiencia. En ocasiones, las empresas y los particulares no saben dónde buscar perfiles adecuados y muchas veces terminan recurriendo a personas conocidas con conocimientos en un idioma o bien eligen directamente al primer candidato que se les presente. Según la necesidad de traducción, esta opción puede ser bastante desaconsejable, ya que Internet está lleno de perfiles de falsos traductores que pueden comprometer nuestros proyectos, o bien el profesional que contratemos puede no tener el grado de experiencia que realmente precisamos. En ese sentido, las agencias de prestación de servicios lingüísticos actúan como intermediario entre el cliente y el profesional más adecuado, ya que estas disponen de un directorio de traductores de confianza probada o bien cuentan con las herramientas necesarias para encontrar el perfil idóneo para una combinación lingüística en un área de especialidad en concreto. Asimismo, los LSP suelen tener experiencia trabajando con los profesionales que proponen para una tarea, por lo que conocen en mayor detalle sus habilidades, puntos fuertes y conocimientos, además de llevar un registro de su rendimiento en materia de calidad, lo que les sitúa en una posición privilegiada para asignar recursos humanos con propiedad. Por extensión, los LSP sirven como punto de contacto común entre las partes. ¿Qué pasaría en el caso de un proyecto de traducción a varios idiomas? En lugar de tener que buscar a distintos traductores por combinación lingüística, la agencia de traducción podría encargarse de organizar los diferentes equipos y crear canales de comunicación con todos ellos de forma ordenada para establecer un contacto eficiente entre estos y el cliente, con el consiguiente ahorro de tiempo.
Por otra parte, huelga decir que los LSP son auténticos expertos en el sector. Esto quiere decir que están mucho mejor preparados para enfrentarse a los contratiempos propios del ejercicio de la traducción, en comparación a una empresa o cliente que decidiese buscar los recursos humanos por cuenta propia. En otras palabras, estas agencias cuentan con sistemas de gestión de riesgos mucho más avanzados, los cuales les permiten encontrar una solución en contextos difíciles, como la indisponibilidad repentina de un traductor (enfermedad, cortes de suministros prolongados, etc.), la existencia de encargos urgentes (sobre los que os recomendamos este artículo) o las áreas altamente especializadas. Contar con los servicios de un LSP es perder cuidado y tener la garantía de la máxima calidad. Esta calidad va acompañada de otros factores. Por una parte, los LSP están muy preparados en el aspecto tecnológico, ya que cuentan con equipos y programas muy diversos y especializados que les permiten agilizar los procesos de producción. En este caso, hablamos de programas de gestión de traducciones y de herramientas TAO. Los primeros permiten crear un canal de comunicación constante con los clientes para llevar un registro de los avances de un proyecto dado, así como conservar información de interés para posibles futuros proyectos (datos personales, preferencias, gestión de incidencias, facturación, etc.), de modo que la relación entre ambas partes sea mucho más sólida, comprometida y eficiente. Los segundos permiten agilizar los procesos de traducción y revisión. Con ellos, se pueden crear memorias de traducción de proyectos para encargos similares, incorporar traducción automática para poseditarla más adelante, crear bases de datos terminológicas y, sobre todo, hacer controles de calidad más exhaustivos. Si hay un aspecto que distingue a los LSP es su compromiso para con la garantía de la más alta calidad, ya que entienden la importancia de una traducción precisa y funcional para los fines de sus clientes. Por ello, los clientes pueden tener por seguro que una traducción realizada en este tipo de agencias es una traducción que ha pasado por los ojos de un equipo de profesionales integral, con funciones específicas y con formación apropiada. Como decíamos, muchos de estos aspectos son comunes a los profesionales autónomos; pero, en esta ocasión, queremos destacar el valor de agencias que comprender servicios integrales y que actúan como punto de unión e intermediarios.
Por todo ello, es recomendable que los clientes busquen siempre a agencias o personas profesionales en el sector, y que no se limiten a contratar servicios por parte de fuentes poco fiables o de las que no tengan suficientes referencias. En ocasiones, estas no utilizan los mismos medios que mencionábamos o no tienen el mismo compromiso hacia aspectos esenciales de una traducción, por lo que la calidad final de un proyecto puede verse comprometida. En definitiva, hay que confiar en los servicios profesionales.
Ref. de la imagen: https://www.astlanguage.com/blog/learning-the-ropes-an-insight-into-becoming-a-project-manager/